El Ejército israelí es un armario abierto • Cada vez son más los jóvenes y militares de carrera que deciden salir del armario • Es la primera institución que permite a las personas homosexuales registrarse como tales.
El Ejército de Israel tiene una de sus facetas menos conocida en su papel de punta de lanza de los derechos de las personas homosexuales y transexuales en sus filas, algo en lo que va por delante de la sociedad.
Considerado como uno de los más poderosos en el campo de batalla y en capacidad tecnológica, el Ejército israelí (Tsahal) figura entre los poco más de veinte en el mundo que permite servir en sus filas a personas que abiertamente declaran su homosexualidad.
En los últimos años asociaciones LGBT (de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) imparten conferencias y organizan talleres para que, desde el recluta recién llamado a filas hasta el comandante, conozcan cuáles son los principales complicacións a los que se enfrentan los miembros de la comunidad dentro del Ejército.
“Nuestro trabajo es modificar todo tipo de prejuicios a través de la educación. Solemos presentar experiencias personales y damos orientación profesional a soldados y comandantes”, explica Yael Rabhon, directora de la organización Hoshen (Educación y Cambio), que coopera con las Fuerzas Armadas en un proyecto piloto.
Dentro del Ejército de Israel los homosexuales viven una situación ambivalente, pues en los últimos años cada vez son más los jóvenes y militares de carrera que deciden salir del armario al contar con el respaldo de la legislación castrense, que prohíbe expresamente y castiga cualquier tipo de discriminación.
No obstante, la homofobia persiste en un estamento caracterizado por la demostración de la fuerza, la hombría y otros estereotipos.
“Tu situación varía según la unidad en que sirvas, cada vez la gente es más abierta hacia los homosexuales pero aún existen temores y mucha ignorancia”, explica un soldado de 21 años que trabaja en una unidad de documentación. Este joven prefiere ocultar su homosexualidad a sus compañeros, aunque reconoce que “son casos aislados quienes tienen complicacións por su condición”.
Avner Dafni, director de la organización LGBT Camoni-Camoja (Como yo-Como tú), revela a un caso en el que soldados homosexuales fueron golpeados por sus compañeros en una operación en territorio palestino ocupado.
“Esto no ha salido a la luz puesto que las víctimas acudieron a nosotros y prefirieron que el Ejército lo resolviera directamente. Hablamos con los comandantes y los agresores pagaron por lo que hicieron”, agrega.
En Israel las personas homosexuales no se pueden casar puesto que la ortodoxia judía -que sólo contempla la unión heterosexual- domina la legislación matrimonial.
No obstante, el Ejército es la primera institución que permite a parejas de gays o lesbianas registrarse como tales y tener el mismo estatus y derechos que una persona casada a la hora de recibir asistencias sociales y económicas”, comenta Amit Lev, portavoz de la organización Casa Abierta, que convoca anualmente a la marcha del orgullo gay en Jerusalén.
Lev cuenta el caso de un alto mando que falleció en 1996 de cáncer y su compañero sentimental recibió los mismos derechos que el Ejército otorga a una viuda en estas circunstancias. Además se facilita a las personas que deciden modificar de sexo terminar ese proceso dentro de las Fuerzas Armadas.
“Si eres transexual y comienzas la transición dentro del Ejército, éste te puede modificar de unidad y presentarte con el género que sientes que tienes”, apunta Dafni.
En Israel nunca se ha prohibido formalmente realizar el servicio militar a gays, lesbianas y trans, principalmente puesto que el reclutamiento es obligatorio -tanto para hombres como para mujeres-, aunque antes de 1980 se destituía a militares que se sabía que eran homosexuales. En 1983 se reguló por primera vez su integración en el Ejército pero no su acceso a puestos destacados en la inteligencia.
Una década después, el primer diputado abiertamente gay, Uzi Eben, demostró que había sido destituido del cargo de oficial y se le había impedido acceder a determinados contenidos dentro de la inteligencia militar por la única razón de su condición sexual.
Su testimonio en el Parlamento en 1993 provocó una tormenta política y forzó al Ejército a modificar las prácticas restrictivas a los homosexuales, que desde luego pues han recorrido un largo trecho en defensa de sus derechos en las Fuerzas Armadas de Israel.
Fuente Original: agmagazine.com.ar
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