'Uno puede ser judío religioso y gay'
Sal Emergui | Tel Aviv
Actualizado viernes 08/06/2012 16:19 horas
Entre las decenas de miles de israelíes y turistas que enfilan cantando la calle Bograshov en el desfile del Orgullo Gay de Tel Aviv, el español David Yabo Díaz se muestra más silencioso pero igualmente orgulloso. Su solideo ritual judío (Kipá) contrasta con un ambiente desbocado y lleno de connotaciones sexuales, vestidos sin ropa y banderas de la comunidad homosexual.
"Yo personalmente no comparto la idea de exhibición que ves aquí, pero al mismo tiempo quería venir para apoyar la lucha por la igualdad y demostrar que uno puede perfectamente ser judío religioso y homosexual", dice este joven que nació hace 28 años en Bilbao aunque gran parte los pasó en Madrid.
En medio de la provocativa fiesta, Yabo enfatiza: "Alguien que va con pantalones cortos enseñándolo todo, tacones y peluca no me representa aunque le respeto porque cada uno puede hacer lo que quiera. Es una imagen que no corresponde con la mayoría. Como religioso practicante, vengo para aportar mi granito de arena. Quizás hay algún religioso en casa que se siente sólo y puede ver alguien con Kipá en el desfile".
Hoy vive con su marido en Rishon Letzion, cerca de Tel Aviv. Conoció a Nadav en un viaje a Israel y hace año y medio se casaron en el Ayuntamiento de Salamanca. "Vine de vacaciones y lo típico, nos gustamos, estuvimos en contacto por internet... Finalmente, decidí venir a Israel ya que soy judío", recuerda.
Según él, "en Israel hay más pluralidad en la comunidad que en España. Aquí hay gays religiosos y laicos, judíos y palestinos ya que allí en la Autoridad Palestina y en los países árabes te persiguen si eres homosexual".
Pero no todo es color de rosa como Tel Aviv invita a pensar. Aunque esta ciudad es un símbolo de máxima apertura y pluralidad, en el resto de Israel también hay prejuicios sociales y religiosos. Sin mencionar que más de un diputado ultraortodoxo se ha manifestado en contra de la homosexualidad. "No todo religioso es ultraortodoxo como equivocadamente se piensa. La Tora dice que está prohibida la relación sexual pero no te prohíbe enamorarte o amar a un hombre. El judaísmo es la religión más abierta respecto a la homosexualidad".
Asesoría
Un puesto en la céntrica Avenida Dizzengof se dedica a asesorar a los jóvenes y sus familias cuando toman la decisión de salir del armario. "Yo siempre lo he sabido. En el momento que te atrae un chico y las chicas no te llaman la atención, no dices "soy homosexual" porque ni te lo planteas. Es algo normal hasta que de repente de fuera te dicen: !No, no eres normal, eres raro".
"Las leyes en Israel nos protegen y defienden ante cualquier discriminación en el trabajo, en el Ejército, etc.", añade antes de perderse en la colorida marea que se dirige hacia la fiesta final en el
Paseo Marítimo.
Yabo es de los pocos en el Desfile que se fija en el reloj ya que para él, practicante, la fiesta debe terminar antes de la entrada de la festividad sagrada de Shabat.
Comercio y orgullo
Un sábado en Tel Aviv que, como los últimos diez días, estará marcado por los casi 20.000 turistas extranjeros llegados para los actos relacionados con la 14ª edición del Desfile.
Tel Aviv es una de las ciudades más calientes del llamado circuito turístico gay. Varias revistas la etiquetan como la que ofrece una mayor oferta para homosexuales, lesbianas y transexuales. Adir Steiner, responsable municipal, destaca que "el éxito es muy fácil de explicar. Playas maravillosas, una vida nocturna impresionante y muchos chicos guapos que también atraen a turistas". Según él, la ciudad gana en imagen y beneficios económicos. "Muchos comerciantes colocan la bandera gay en sus tiendas porque también entienden que esta fiesta les trae muchos clientes".
Con los años, esta fiesta se ha convertido en uno de los símbolos más conocidos de Tel Aviv. Más allá de divertirse y pedir mayor igualdad, es ya un ícono de esta ciudad.
"Desgraciadamente a medida que te alejas de Tel Aviv, aumenta la intolerancia hacia nosotros. Aún recibimos a muchos jóvenes que denuncian humillaciones e insultos por ser homosexuales", explica Steiner, satisfecho con los avances en la legislación respecto a adopción y madres de alquiler. "¿Hijos? Mi marido y yo queremos adoptar pero aún somos jóvenes. Danos unos años más", afirma Yabo cerrando un desfile lleno de orgullo.